D. Leonardo Barriada. El Maestro


“En cuanto al maestro, también le hago el encargo de que busque a uno que sea maestro superior o normal y de buena disposición...”
(Félix de Martino a Francisco Díaz-Caneja, 1906)

   D. Félix de Martino encargó a su tío D. Severo que buscase al mejor maestro de la provincia, y eligió como docente y director de su escuela a un maestro nacional titulado que había  obtenido el título de Maestro de 1ª Enseñanza Elemental en 1905  con la calificación de Sobresaliente, y en 1907 obtuvo el título de Maestro de 1ª Enseñanza Superior con la misma calificación.

  Tanto la personalidad profesional de D. Leonardo Barriada, como los métodos didácticos por él utilizados y la propia mentalidad educativa de D. Félix son hijos de las corrientes de renovación pedagógica que recorrían Europa y América en aquella época y cuyo máximo exponente en España fue la Institución Libre de Enseñanza. D. Leonardo supo combinar los principios de algunos pedagogos católicos, como Andrés Manjón, con ideas propias del krausismo, tales como las clases al aire libre y la experimentación en contacto con la naturaleza, recursos didácticos que fueron introducidos en España por D. Francisco Giner de los Ríos.
  En el colegio fundado por D. Félix se impartía y se respetaba escrupulosamente el programa oficial del Ministerio, sin permitir injerencias extrañas, como las que intentaron en 1916 algunos eclesiásticos del lugar.
  Pero el cumplimiento del programa académico oficial nunca fue impedimento para que D. Leonardo aplicase una metodología progresista. Así, el maestro estableció vínculos afectivos entre los estudiantes y su entorno, impartiendo clases al aire libre; incentivando a los alumnos en la observación de la naturaleza mediante, por ejemplo, la toma diaria de datos meteorológicos; desarrollando iniciativas que mantenían a los muchachos en contacto directo con el medio ambiente, como la Fiesta del Árbol o la creación de un huerto experimental, donde los alumnos podían comprobar la eficacia de los nitratos y abonos químicos que, por primera vez, se veían en Sajambre.



Fue el alma de la escuela, un profesional volcado en su labor, con una capacidad de trabajo y una dedicación inigualable, preocupado por el bienestar de todos  y no solo de sus alumnos, sino de todos los vecinos del pueblo, ayudándoles en lo que necesitaran desde instaurar la Escuela Dominical para los mayores de doce años, practicante improvisado; cuida un huerto experimental; toma datos meteorológicos enviándolos al servicio nacional de Meteorología…
BIOGRAFÍA:
D. Leonardo Barriada nació en La Majua (León), el 10 de marzo de 1881.
Era hijo de Pedro Barriada y Gumersinda Álvarez.
Se licenció en la Escuela Normal de León en 1.901, siendo el más aventajado de ese año.
En 1907 se encuentra ocupando la escuela de Robledo de Caldas como interino, y anteriormente había ejercido de maestro en San Emiliano y Mirantes. 
Severo Díez, tío de D. Félix es el encargado de buscar el maestro para la escuela de Soto, y encuentra a D. Leonardo, que acepta las condiciones que le plantea y que suponen un gran reto para el joven maestro. La escuela se inaugura el 21 de agosto de 1907.
Los primeros años que estuvo de maestro en Soto, hasta su boda se hospedaba en la casa que esta a lado del Hostal de Soto, por el lado izquierdo.
Su formación como Maestro fue completada tras presentarse a las pruebas de ascenso a Maestro Superior, convocadas en el verano de 1911 y en las que obtuvo la calificación de Sobresaliente. Solía hacer un viaje cada dos años a lugares dónde consideraba que podía captar conocimientos para el mejor desarrollo de su profesión y mantenerse al día de las novedades en Educación: León, Oviedo, Madrid, Barcelona, e incluso alguna ciudad de Italia.
Por problemas laborales, en 1915 tiene la intención de abandonar la escuela y regresar a su plaza de maestro nacional, esta determinación la lleva a cabo en 1919,  permaneciendo dos meses en la escuela de Camplongo, y regresa a Soto al inicio del siguiente curso después de subsanar los problemas laborales.
En 1921, tras recibir el equipamiento del Gabinete de física va a un centro de los Padres Maristas de Madrid para recibir clases e instruirse en el manejo del nuevo material.
Fue alcalde del municipio de Oseja de Sajambre del 11/04/1924 al 3/11/1925.
  A raíz de la muerte de D. Félix (1924), y  debido a la agitación política que se vivía en España y que llega a los vecinos de Soto dividiéndolos en distintos bandos enfrentados en discusiones que convierten a la escuela en objeto de disputas, Dª Guadalupe Noriega manda cerrar la escuela (Junio de 1932) y encarga a D. Leonardo su cuidado.
Por la ausencia de  noticias de  Dª Guadalupe y  habiendo dejado de percibir sus honorarios, D. Leonardo decide optar por una plaza de maestro público (1934), y le adjudican la escuela de Las Rozas, en Cangas de Onís, desde donde viene a Soto muy a menudo.
Pasada la Guerra Civil, D. Leonardo regresó como maestro nacional a Soto en 1943, dónde continuó hasta su jubilación.

El 27 de febrero de 1952 le fue concedida la Medalla de Broce de la Mutualidad Escolar, "en atención a la magnífica labor desarrollada en favor de las Mutualidades y Cotos Escolares de Previsión."

La que fue su esposa, Francisca Díaz-Caneja fue su alumna en la escuela, e hija de su colaborador y amigo D. Francisco Díaz-Caneja. Estudió en la Escuela Normal de Maestras de León y obtuvo el título de Maestra en 1917.
D. Leonardo Barriada
Su mujer Dª Francisca Díaz-Caneja
Sus hijos: Gumersinda, Conchita y Leonardo Barriada Díaz-Caneja.
Y  de pie: D. Francisco Díaz-Caneja, padre de Francisca.
Se casaron en la Parroquia de  San Juan de Regla (León) el día 1 de septiembre de 1919. Tuvieron 4 hijos: Gumersinda, Conchita, Marina (fallecida de muy niña) y Leonardo.
Después de su jubilación se fue a vivir con su hija Gumer a Pinzales (Gijón), en la casa escuela donde ella estaba trabajando como maestra.

Allí falleció el 22 de mayo de 1972 a los 91 años.


Su vocación era el servicio a los demás. Se dedicó en cuerpo y alma a intentar mejorar las condiciones de vida de sus vecinos en Soto de Sajambre.

Su afán de conocimientos de todas las materias le llevó a crear una biblioteca personal con más de 700 tomos, de muy diversas disciplinas, y que su familia y descendientes, han sabido valorar y conservar con el cariño que merece y que seguro él le tenía.  Ahora su nieta Conchita Piñera Barriada cede esta biblioteca personal de D. Leonardo Barriada a esta Escuela- Museo para disfrute de todos los visitantes.

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